Hacer más de una tarea a la vez puede darnos la sensación de que estamos aprovechando mejor el tiempo, produciendo más. Sin embargo, muchos afirman lo contrario, que entorpece la productividad y la calidad de los resultados. ¡Ni lo uno ni lo otro! Existen buenas y malas multitareas. ¿Cómo identificarlas?

Hace poco me topé con un video del Gaucho Zen en YouTube (¿Gaucho qué? Ni me preguntes cómo llegué ahí). La cosa es que este señor decía que existen “buenas multitareas y malas multitareas.” Me pareció una reflexión sumamente interesante.

Multitarea, una expresión muy sonada en los últimos tiempos. Viene de los sistemas operativos modernos y se refiere a la capacidad de poder realizar más de una tarea a la vez. En el caso de los humanos, dicen que las mujeres nos caracterizamos por esta capacidad.

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Una mujer en casa, preparando la cena, ayudando a los hijos con la tarea y al mismo tiempo respondiendo e-mails de la oficina, es un clásico ejemplo sobre este tema. Pero, ¿qué tan bueno es el resultado? Y, sobre todo ¿qué tan placentero fue el proceso?

Según el gaucho, una buena multitarea puede ser “hacer ejercicio de caminata al mismo tiempo de conversar con un amigo”. Una mala multitarea puede ser almorzar en familia y revisar las redes sociales. ¿Se entiende, verdad?

Reposar de una gripe al mismo tiempo que retomar un libro postergado es una buena multitarea.

A partir de esta base, comencé a tomar conciencia de cuáles son mis costumbres multitarea y definir si son buenas o malas. Por ejemplo:

Cocinar y al mismo tiempo resolver (por e-mail, Whatsapp o llamadas) cuestiones de trabajo: MALA MULTITAREA.

Para mí cocinar es un placer y mi trabajo también. Pero descubrí que realmente disfruto a pleno de ambas actividades cuando se realizan por separado. Así me concentro plenamente en disfrutar de cada experiencia.

Pero la realidad es que, aunque lo intente, no logro hacer sólo una cosa a la vez. Entonces:

Cocinar y al mismo tiempo pasar tiempo de calidad con mis hijos. BUENA MULTITAREA.

¿También te pasa que a veces te vas a dormir pensando que pasaste todo un día a las apuradas y no pudiste tener un momento de calidad con tus hijos?

Eso sucede porque en un mundo de fantasía (que sólo existe en nuestra imaginación) los momentos de calidad con nuestros hijos parecen sacados de un catálogo de electrodomésticos. Pero la realidad es que, si dejásemos de esperar a tener tiempo para llevarlos una tarde al parque, o realizar ese viaje en familia, podremos lograr compartir buenos momentos con ellos, en la cotidianeidad, combinando con otras actividades.

Así también, otros grandes pendientes como salir con amigas que no vemos hace mucho, pasar tiempo en pareja o leer algún buen libro, son actividades que pueden encajar perfectamente con otras, si logramos desarrollar nuestra habilidad de detectar las buenas y malas multitareas.

Siguiendo la analogía de la cocina: Tus actividades del día a día son los ingredientes de tu vida. Todos pueden ser buenos por su parte, pero son todos diferentes. El secreto está en saber mezclarlos para que el resultado sea delicioso. ¡Bon appétit!

Buena multitarea: Merendar con amigas, al mismo tiempo de planificar un proyecto en conjunto. En la foto con Rosa Grimaldi y Liz Vázquez planificando Energía Femenina.

 

Buena multitarea contra mala multitarea ¿Cómo identificarlas?
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