Ser mamá, ser la hinchapelotas constante

Ser mamá, ser la hinchapelotas constante

Llegó un momento en mi vida de madre, en que me di cuenta que para mis hijos yo solo soy una máquina de dar órdenes e indicaciones. No me gustó, pero luego entendí que estaba equivocada. Cuando aún no tenía hijos y más o menos empecé a entender la importancia de dormir temprano para no tener sueño al día siguiente, de alimentarme bien y cuidar mi salud, de hacer ejercicios, de ocuparme de tener una buena relación con mi familia… ¡Paf! Me convertí en mamá.