Todos criticamos y somos criticados, sin embargo odiamos que nos critiquen. ¿De dónde viene este rechazo hacia la crítica? ¿Acaso no es lo que nos ayuda a mejorar? Estoy convencida de que el punto está en la forma en cómo la damos y la tomamos. Aquí algunos consejos para hacer que las críticas sean realmente constructivas.
«Mejor no me meto, no necesito más problemas, no quiero quedar mal.»
Todos los días vemos a nuestro alrededor situaciones que nos decepcionan, formas de hacer las cosas diferentes o incluso peligrosas, que merecen una llamada de atención.
Sin embargo muchas veces, por nuestra paz mental, ignoramos el caso y decidimos no meternos.
Aunque tampoco tendremos el tiempo ni las energías para meternos en todo, en ocasiones nos resulta imposible callar y terminamos dando una dura opinión.
¿Cómo criticar sin lastimar y que sirva realmente para mejorar?
Sólo cuando algo es remediable
Antes que todo, si vamos a criticar sobre algo, que sea por algo que se puede remediar. Criticar en ese preciso instante en que la leche ya fue derramada, no sirve absolutamente de nada más que para alimentar la furia.
En momentos como ese sobran opiniones obvias sobre lo que debía hacerse para evitar el caso.
Pero esto no significa que se deba olvidar por completo, lo mejor es tomar y compartir este aprendizaje para más adelante, cuando se presente una situación similar.
Hacerlo en privado
Cuando el caso sí da para aportar una crítica constructiva, lo mejor es hacerlo en privado, cara a cara. De esta forma te asegurás de que la persona recibió tu comentario, dentro del contexto y con el tono de voz adecuado.
Esta técnica, además de ofrecer respeto hacia el otro, resulta incluso más efectiva, porque quien recibe la crítica se encuentra con mayor predisposición a tomarla. Algo que definitivamente no sucede cuando hacemos la crítica en público, en broma o a través de redes sociales, por ejemplo.
Enfocarse en lo positivo y ofrecer ayuda
La crítica constructiva jamás va sola, si lo hace, es una bomba que explota y sólo lastima. Para que una crítica sea constructiva debe ir acompañada de otros buenos comentarios. Siempre hay algo bueno que rescatar de una persona, de sus acciones, de su forma de ser.
Cuando estés dando una crítica por algo en concreto, acordáte de no ofender a la persona, sino enfocarte solamente en el acto. Tampoco olvides mencionar ejemplos en los que esa persona actúa bien. En caso de que esta persona sea cercana, no olvides ofrecerle tu ayuda para mejorar, aunque sea apoyo moral.
También recibir
Y como esto de las críticas es algo que va y viene, pero lastimosamente no todos acostumbran darlas con estos cuidados, cuando te toque a vos recibirla de la peor manera, respirá profundo y -ya que conocés estas técnicas- hacé vos el trabajo de transformarla en algo productivo.
Sacá a pasear un ratito a tu ego y aprovecháte de los beneficios de verte por un momento desde la perspectiva de otra persona. Tomá lo positivo, da gracias y seguí creciendo.
Hablar cara a cara para manifestar algo que nos molestó es una costumbre que, lastimosamente, en nuestra sociedad no está para nada instalada. Vos podés ayudar a cambiar esto siendo una persona que realmente va de frente, pero de manera inteligente y persuasiva.