«La competencia es tu peor enemigo», «No le cuentes tu idea a nadie» ¿Te suena? Lo que antes eran consejos sabios, hoy están puestos en duda. Y es que llegó la era de compartir el conocimiento.
Es cosa de todos los días recibir invitaciones a talleres, charlas, cursos cortos, cursos online -muchos de ellos gratis- donde expertos de diferentes campos comparten sus conocimientos.
¿Cómo es eso? ¿Desde cuándo contar el cómo lo hago se volvió un negocio? ¿Qué ganan con esto?
Fabi Mersan (especialista en marca personal) asegura que tener un buen posicionamiento en internet (con un blog, un canal de YouTube, o dentro de cualquier otra red social), hablando sobre tu negocio, contando cómo lo hacés, dando consejos e incluso secretos, te posiciona como experto en tu industria.
¡Y es que estamos en la era de compartir el conocimiento!
Si te ponés a pensar, buscar soluciones en internet es algo que todos hacemos, todos los días. ¿Y quiénes dan esas soluciones? ¡Personas! No máquinas. Es gente común y corriente, como vos y como yo, que sabe de algo y decidió -muy inteligentemente- compartirlo al mundo.
Dónde está el negocio
Cuando nos topamos con una solución en internet sobre un tema en particular, automáticamente posicionamos a la persona que nos la dio, como experto en ese área. Esto es algo natural, algo que hacemos los humanos constantemente.
Cuando alguien habla con propiedad sobre un tema y nos demuestra que sabe de lo que habla, ya nos vendió algo, por más de que no les dimos ni un guaraní: Le dimos nuestra credibilidad.
Entonces en el futuro, hablaremos de él en nuestro circulo de amigos como «el que sabe de ese tema.» Cuando nos topemos con la necesidad de comprar algún producto o contratar algún servicio de su área, es muy probable que lo elijamos a ese experto. Todo esto por las referencias que tenemos nosotros de él, gracias a lo que nos estuvo compartiendo por internet. Ahí está el negocio más visible.
Pero no es sólo eso. También la persona se vuelve referente de su área para los medios de comunicación, le invitan a programas de radio, televisión, a colaborar en alguna columna de un periódico, a dar charlas, a eventos. Lo que tiene un impacto comercial significativo.
¿Miedo a que te copien?
El primer miedo que nos viene a la mente, ante la idea de compartir nuestro expertís en internet es a que nos copien. «Si digo cómo lo hago seguro que lo van a hacer ellos nomás y yo me quedo sin trabajo». ¡Mentira!
Generalmente los que buscan en internet sobre un tema, es porque necesitan una solución en ese momento, no porque se quieran dedicar a ello por el resto de su vida y hacer un negocio.
Algo que muchas veces termina pasando es que, al ver cómo se hace -ya sea porque les resulte más complicado de lo que pensaban, o no quieran dedicar su tiempo a hacer eso que a ellos no les apasiona (pero a vos sí)- decidan contratarte directamente a vos.
¿Pero la competencia? Los copiones y la competencia desleal han existido siempre, en todos los rubros, en todas las épocas. Así que para esto el consejo sigue siendo el mismo: Evitá que te distraigan, y mejor concentrá esas energías en innovar, que es algo propio de los creativos y no de esos otros.
¡Listo para vender!
Y aquí es donde viene un tema clave. Si tu intención al compartir tu sabiduría en internet tiene fines comerciales, es importante que tengas bien armada tu estrategia en este punto.
Mencionar siempre tu nombre asociado al rubro en que estás, tener una imagen gráfica constante, va contribuir a posicionarte en la mente del consumidor.
También es imprescindible que la persona que te esté viendo o leyendo sepa que puede contratarte o comprar tu producto, por cuánto y cómo. Aseguráte de dejar en cada publicación una llamada a la acción para tu posible cliente. Un buen ejemplo es lo que hace Rosa Grimaldi al final de cada artículo de su blog.
Internet ha demostrado muchas cosas, entre ellas que la humanidad está dispuesta a compartir lo que sabe y que todos, toditos, tenemos algo bueno que contar.
Sentirnos útiles para el otro da una sensación de bienestar única. Me pasa a mí con el blog, cuando leo sus comentarios y sus mails, por los que siempre estoy muy agradecida. Estoy segura que vos también tenés algo bueno para compartir y que mucha gente está esperando aprender de vos. ¡Animáte!