Por más que ames tu trabajo, pueden llegar momentos desesperantes en que quieras tirar todo por la borda. Generalmente esto se debe a la falta de planificación y organización. En mayor o menor medida, a todos nos pasa. Para evitarlo, seleccioné estas 3 simples técnicas para aumentar tu productividad diaria.
3 Técnicas para aumentar tu productividad
1. Atender tu físico
Cuando hablamos de productividad, siempre nos enfocamos en cómo organizar la agenda, el calendario y las tareas. Pero en todo trabajo, el componente más importante es el ser humano, o sea vos. Por lo tanto tu bienestar físico es fundamental.
Beber agua suele ser una de las faltas más frecuentes en el día a día, y esto repercute directamente en tu desempeño. También estar muchas horas sentado, más aún frente a un monitor puede ser nocivo. Una buena idea es tomarse un pequeño receso cada cierto tiempo, para beber agua, dar un paseo y respirar conscientemente. No hace falta tanto preparativo. Con salir a estirar las piernas cada hora, vas a ver cómo enseguida te vas a sentir renovado.
2. Atender tu mente
Sabemos que con sólo alejarnos de la oficina no es suficiente para dejar de trabajar. Muchas veces cometemos el error (y se torna en hábito) de seguir dándole vueltas en la cabeza a asuntos de trabajo mientras estamos en horario de descanso. Peor aún si nos pasamos respondiendo e-mails o mensajes de Whatsapp.
Para lograr descansar la mente una de las técnicas más importantes no sólo es aprender a delegar sino también a confiar en quien delegamos. Hacer pausas entre una tarea y otra y aprender a decir que no las veces que sea necesario. Un buen hábito a adoptar también es que a la noche, antes de dormir, pensemos en todo lo que sí hicimos ese día, en lugar de todo aquello que no. De esta manera, regresaremos al trabajo con más energías.
3. Planificar según tu meta de vida
Lo mejor siempre es dividir las tareas grandes en varias pequeñas, así podremos ir marcando cada día los objetivos logrados. Cada día debemos tener un objetivo que alcanzar, que debe estar alineado al objetivo de la semana y este a su vez al del mes.
Pero sabremos que estamos viviendo la vida que queremos sólo si lo que hacemos en el día a día está incluso alineado no sólo a nuestras metas del año sino a las de nuestra vida.
Como verás, para esto no sólo es necesario planificar la agenda semanal, sino conectarnos profundamente con nosotros mismos e identificar cuál es el sentido que daremos a nuestra vida.