«Primero vos y después tus hijos»¿Te atrapé? ¡Qué título! Ese es un título que a mí me atraparía como mamá. Llamativo, polémico y como aparece en un «medio escrito» da la sensación de que lo dice alguien con autoridad, quizás alguna psicóloga, una experta en crianza, algún estudio científico, lo que me daría «permiso» para aplicarlo a mi vida.
Lamento decepcionarte pero sólo soy una madre más, así como vos, buscando el equilibrio entre la maternidad y la autonomía.
Pero aquí viene la buena: Eso de «Primero vos y después tus hijos» está escrito en un manual, uno muy importante, estudiado y avalado por expertos: El manual de emergencias de los aviones.
¿Sabías que en caso de que salten las máscaras de oxigeno en un avión, primero se la debe colocar el adulto a sí mismo y después al niño?
Siempre me llamó la atención este procedimiento. ¿Cómo es eso? ¿Acaso no siempre son los niños primero? No. Las indicaciones son muy claras, primero se coloca la máscara el adulto a sí mismo y luego éste la coloca al niño.
La razón es porque, en el peor de los casos, se pueden tener sólo 10 segundos para realizar el procedimiento. Lo que puede suceder, si el adulto coloca la máscara de oxigeno primero al niño -entre los nervios y la tensión- puede hacerlo mal, el adulto podría perder el conocimiento, y el niño no podría colocársela solo.
Todo esto me llevó a pensar en la crianza, en los procedimientos que tenemos en la vida cotidiana con los hijos.
¿Por qué en la vida cotidiana no estás primero vos y después tus hijos?
Damos todo a nuestros hijos. A ellos primero. Nos resulta indispensable, nos sale incluso con naturalidad. Somos felices dándole todo a ellos primero y lo que quede, si es que queda, a nosotras.
Pero, ¿sabés qué? aquí el oxigeno también es limitado.
En el avión de la vida, la máscara de oxigeno es el tiempo para cumplir los sueños, los proyectos, las metas personales, las realizaciones de cada uno.
Sabiendo esto, ¿Cómo estás reaccionando, ante esta situación, en tu vida cotidiana?
Estás súper atenta a que ellos lleguen a tiempo a la máscara de los sueños y las metas cumplidas, pero, ¿tenés puesta la tuya?
La carrera suspendida, el emprendimiento postergado, el viaje con amigas, incluso la salud y el bienestar físico, suelen estar programados para después. El famoso «Cuando crezcan» y cuando crecen, viene el «Cuando se independicen».
Lo cierto es que si tus hijos saben que toda tu vida soñaste con visitar las pirámides de Egipto, sin embargo nunca tuviste un plan verdadero para lograrlo, van a crecer convencidos de que en la vida existen cosas que uno simplemente desea, pero no se pueden alcanzar.
Van a estar seguros de eso, porque lo van a vivir cada día de su vida, y cada vez que digas «Mi sueño siempre fue…» seguidamente de algo que ni siquiera lo intentaste.
Por más que les digas que ellos sí van a cumplir sus sueños, porque ellos sí tienen mejores condiciones, más oportunidades de las que vos tuviste, no les va a servir demasiado.
Ellos necesitan vivir esa experiencia ahora, durante el viaje, a través tuyo, su ejemplo indiscutible.
¿Querés que tus hijos cumplan sus sueños? ¡Pues enseñáles cómo, mediante tu acción!
Que te vean sabiendo lo que vos querés y emprendiendo para lograrlo.
Que te vean equivocarte una y mil veces sin desistir. Y que también te vean desistiendo y cambiando de sueño, porque eso también sucede y no está mal.
Este es el tipo de lección de poca teoría y mucha práctica, que se incorpora de forma natural y se agradece en el futuro, cuando uno hace clic y siente que entiende todo.
Y el manual es también muy claro en esto: Cada uno se pone la máscara, no es otro. No va a venir el piloto, ni la azafata, ni nadie, así estés en first class o en executive. Cada uno se la pone a sí mismo, y el que tenga un menor a su cargo, se la pone inmediatamente después.
El desafío está en calcular el tiempo exacto en ponértela primero vos, sin despegar la vista de tus hijos y ahí nomás, ponérselas a ellos. No demorar ni un segundo más en vos, ni tampoco priorizar al otro.
Complicado, ¿eh? Pero bueno, una vez entendido el procedimiento, estaremos listos para continuar el viaje seguros.
Nota de Frugalísima publicada en la Revista Estilo Mariscal (Mayo ‘2016).